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Campos L y T
Campos físicos cuantificados eléctricamente
y campos de pensamiento
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Reiki: Terapia Holística y Tradicional
Tal vez la realidad se pueda explicar mediante una sola afirmación realizada por Stephen A. Ross, fundador de la World Research Foundation and Library y experto en bioenergía: "Toda la vida se reduce a la acción de la electricidad y el magnetismo en los campos L y T. Toda la materia es bipolar y está unida por esos campos subyacentes invisibles."
Los campos L son campos físicos sutiles (cuantificados eléctricamente) y los campos T son campos de pensamiento. Cada uno de ellos proporciona una plantilla y un diseño para una cara distinta de la realidad. Estas son las dos caras del espejo, el yin y el yang de la filosofía oriental, la Shakti y Brahma de la religión hindú. También están representadas las frecuencias eléctricas y magnéticas, las dos caras de la materia que se combinan para crear la radiación electromagnética que constantemente nos baña y nos rodea.
Esta fuerza –el electromagnetismo– subyace a todo el universo, pero no puede separarse de los campos sutiles que podrían determinar sus actos. El doctor Harold Saxton Burr, uno de los teóricos más importantes en el campo de la energía, lo explicó de esta manera: "El universo en el que nos encontramos y del cual no podemos separarnos es un lugar donde impera la ley y el orden. No es un accidente, ni un caos. Está organizado y mantenido por un campo electromagnético que es capaz de determinar la posición y el movimiento de las partículas cargadas."
El observador ejerce un efecto en lo que observa; una persona puede influir en otra sin necesidad de contacto físico. Esto es una demostración clásica de que el pensamiento tiene propiedades de campo.
El científico e inventor bielorruso Georges Lakhovsky (1870-1942) afirmaba que todas las células de los seres vivos emiten y reciben radiaciones, y que alterar su vibración natural las hace perder vitalidad y funcionar mal.
Hay muchas causas que alteran la vibración de las células que componen un tejido u órgano, llegando a ocasionar enfermedades: pensamientos (emociones), estilo de vida, exceso de químicos tóxicos presentes en la alimentación y en el ambiente de la vida moderna, geopatías (líneas Curry y Hartmann, fallas de agua), campos electromagnéticos producidos por antenas, tendidos eléctricos, aparatos electrónicos, redes Wi-Fi, Bluetooth, ondas de radio, televisión y telefonía, así como manos libres.
El estrés geopático producido por las redes magnéticas de la Tierra también juega un papel importante. Tal vez nos hayamos acostumbrado a vivir en condiciones adversas para la salud de algunas personas, aunque predomine la comodidad y el bienestar que produce tener una gran parte de necesidades y deseos satisfechos. El avance tecnológico y la robótica nos anuncian una evolución hacia unos escenarios donde habrá que trabajar menos y estar más tiempo desocupados. Sin embargo, este ideal mental probablemente no sea el ideal de nuestro cuerpo; no estamos diseñados para no hacer prácticamente nada.
En su guía práctica para el cáncer, Suzanne Powell calcula que en unos años esta enfermedad puede alcanzar al 50% de la población (una conclusión terrible). A efectos estadísticos, esto significa que una familia de cuatro miembros puede tener a dos de ellos con cáncer.
Volviendo a los campos L y T, comprobamos cómo la teoría de muchas terapias energéticas, como por ejemplo el Reiki, tiene su fundamento de aplicación en estos campos. Los campos L, que son subyacentes (no visibles) y físicos y morfológicos, son cuantificados eléctricamente. Por lo tanto, son campos en los cuales influye para su equilibrio, armonización y polarización el Reiki, mediante la canalización de energía. Además, otras terapias energéticas como Chi kung, sanación pránica, toque zen y respiración pranayama también son válidas para influir en los campos L.
Pero el Reiki, con sus principios filosóficos, también puede influir en los campos T. Estos campos de pensamiento, equilibrando, armonizando y polarizando, se ven afectados por la canalización de energía. Así, al aplicar los principios filosóficos de Reiki, mediante la enseñanza por parte de tu terapeuta, influimos en los campos magnéticos T. La canalización de energía, si no se aplican los principios, actúa solo sobre una parte de la causa. Quizás por eso Usui Sensei insistía en los principios extraídos de los poemas del Gyosei del emperador Meiji.
De Interés para Terapeutas y Pacientes de Reiki
Stephen A. Ross, en otro párrafo de su obra, dice que "todos los cánticos, mantras y meditaciones influyen en esas polaridades (electricidad y magnetismo en los campos L y T). Todas las enfermedades, los trastornos, el desarrollo, el deterioro y las emociones están regulados por ellos. Puedes arreglar tu vida interactuando con estos campos subyacentes y, a través de ellos, crear, actuar y vivir más cerca de Dios."
Los principios de Reiki se pueden encuadrar dentro de la corriente del pensamiento positivo, donde diversos estudios han demostrado que albergar pensamientos positivos crea una coherencia entre las emisiones electromagnéticas y biofotónicas, que a su vez cambian el ADN de tal modo que nuestros cuerpos se sienten más sanos.
La Transmisión de Información
Hubo un tiempo en que se pensaba que cada uno de nosotros llegaba a la edad adulta ya formado, con nuestro ADN ajustado en su sitio. Pero esto no es cierto: los estudios demuestran que nuestro entorno continúa codificando los epigenomas y, por tanto, altera nuestro ADN. No solo esto, sino que las decisiones que se encuentran codificadas en los epigenomas se pueden transmitir de una generación a otra, tal vez durante varias generaciones. Lo que afectó a nuestra abuela todavía puede afectarnos a nosotros. Aquello que hagamos se transmitirá a nuestros tataranietos.
Detección de la Enfermedad por la Carga de la Membrana Celular
Cuando el cuerpo está enfermo o mal alimentado, la carga de la membrana celular se reduce hasta alcanzar aproximadamente los 30 milivoltios, cuando un cuerpo sano debería estar en 70 milivoltios, cantidad insuficiente para el transporte de los nutrientes al interior de la célula. Entonces, el metabolismo físico se ralentiza y las células mueren, reduciendo también la actividad eléctrica general del cuerpo físico.
Se produce electricidad cada vez que nuestros músculos se mueven, nuestra sangre circula, nuestra linfa fluye, cuando pensamos y hacemos ejercicio. Un metabolismo reducido disminuye la actividad en todos los niveles, decreciendo los campos magnéticos y eléctricos del cuerpo. Esto hace que el cuerpo se vuelva más susceptible a padecer enfermedades, trastornos del ánimo y envejecimiento.
El Poder de la Creencia
Los campos de energía de un terapeuta energético interactúan con los campos de sus pacientes. Lo que sientes en tu corazón se transfiere al corazón de tu paciente y, desde allí, penetra en su cuerpo. Como dice el Dr. Herbert Benson, de la Universidad de Harvard: "Nuestro cerebro acoge las creencias y expectativas. Y el cuerpo puede responder como si esa creencia fuera realidad, produciendo sordera o sed, salud o enfermedad."
Sabemos que lo que creemos se puede hacer realidad gracias a dos fenómenos perfectamente estudiados (aunque no comprendidos completamente): los efectos placebo y nocebo. El efecto placebo se produce cuando se administra un medicamento falso; los sujetos no saben que están recibiendo algo que es ineficaz desde el punto de vista médico. Lo que cura también puede dañar.
El Poder de la Intención
Uno de los conceptos más novedosos en el léxico de la sanación energética sutil es el de la intencionalidad. Esto supone la proyección de la conciencia hacia un resultado o un objeto deseado. Si te marcas una intención positiva y noble, tus capacidades intuitivas se alinean de manera natural para ayudarte a conseguirlas.
Las Emociones (Pensamiento Positivo)
Las emociones negativas, como la ira, la frustración o la ansiedad, alteran el ritmo cardíaco. En cambio, las emociones positivas, como el agradecimiento, el amor y la compasión, producen patrones coherentes y funcionales. Las sensaciones distribuidas por todo el cuerpo generan una serie de cambios químicos en todo el sistema. ¿Quieres ser una persona sana? Necesitas ser lo más sinceramente positivo que puedas.
De este modo, aumentan las posibilidades de mantener coherencia y reducir el estrés, incluso durante las situaciones más acuciantes. Todo aquello en lo que creas como practicante será compartido, en todas partes y con todas las personas que te encuentres.
El Poder del Corazón
Los seres humanos empatizan constantemente, algunos mejor que otros. Un estudio llevado a cabo por Levenson y Gottman en la Universidad de California en Berkeley reveló que los investigadores examinaron las reacciones fisiológicas en varios matrimonios cuando interactuaban empáticamente, descubriendo que los ritmos cardíacos de las parejas que empatizaban de manera excelente coincidían entre sí. Cuando la frecuencia cardíaca de uno de los cónyuges aumentaba, también lo hacía la del otro, y viceversa. Estos y otros estudios nos llevan a pensar que un sanador ético y eficiente se concentra en el corazón.
El Corazón: El Centro del Amor
Intuitivamente sabemos que el corazón es el centro del amor y de la empatía, y diversos estudios demuestran que esto es cierto. De hecho, se manifiesta de manera notable en el campo electromagnético del corazón, que es superior al de cualquier otra parte del cuerpo. El EMF del corazón emite cincuenta mil femtoteslas, en contraste con los diez que genera el cerebro.
Otro estudio demuestra que cuando se separa del campo magnético, el campo eléctrico del corazón tiene una amplitud sesenta veces mayor que el cerebro. A través de ese campo, el sistema nervioso de una persona entra en sintonía con los campos magnéticos producidos por los corazones de otras personas y responde a ellos. Por tanto, el campo del corazón es uno de los medios por los que un practicante (terapeuta) influye en los pacientes.
Todos sabemos que al hablar de la salud de nuestro cuerpo físico, haciendo referencia a nuestro cuerpo energético, es la cara menos bonita del asunto. Vivimos tan inmersos en la realidad física que solo aquello que entendemos con facilidad, o forma parte de nuestro paradigma, estamos dispuestos a aceptar. Hay muchas entradas en este blog que tratan de evidenciar cómo nuestro cuerpo energético es real, existe y puede ser observado a través de la cámara Kirlian y el Visualizador de Carga de Gas GDV. En medicina diagnóstica es donde más se han abierto camino estas hipótesis, en la medición de la actividad cerebral y cardíaca, ecografías y resonancias.
Hablar de campos L y T, eléctricamente cuantificados y de magnetismo, produce desconfianza, ya que es contrario a los paradigmas en los que nos encontramos. Sin embargo, cuando nos adentramos en otra visión, comenzando por la física cuántica y la gran cantidad de líneas de investigación abiertas, descubrimos cómo toda la materia del universo, del cual formamos parte, está cargada y tiene campos sutiles o subyacentes. Estos estudios nos ofrecen resultados esperanzadores que continuamente abren la puerta a otras realidades igualmente paradigmáticas, permitiéndonos interiorizar y aceptar lo evidente.