Reiki Fuenlabrada: Superando Bloqueos: Estrés y Desequilibrio Emocional

Los animales saben cómo liberar la energía negativa.

Reiki en Enfermedades Emocionales

Una de las herencias recibidas de nuestros antepasados homínidos (hombre prehistórico) que ha permanecido inalterable son los mecanismos que se desatan en estado de ataque y defensa. Cuando uno de estos antepasados se veía sorprendido por un peligro, tenía dos posibles reacciones: huir o atacar, dependiendo de su evaluación del riesgo. Estas decisiones debían tomarse rápidamente. Automáticamente, sus glándulas adrenales liberaban adrenalina y cortisol, poniendo a todo el cuerpo y la mente en alerta. En ese momento, toda la actividad se subordinaba a la emergencia, y la atención se centraba completamente en ella.

Cuando el peligro pasaba y la situación se resolvía favorablemente, todos los mecanismos liberados se relajaban. Nuestro antepasado, que vivía en permanente contacto con la naturaleza, sabía cómo liberarse del exceso de energía que ya no necesitaba. El exceso de adrenalina aumenta el riesgo de accidentes cardiovasculares, favorece la obesidad, el desánimo, el agotamiento, la fatiga crónica, la fibromialgia y debilita el sistema inmunológico. Por otro lado, el exceso de cortisol produce cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, sentimientos de ira y un deseo constante de llorar. Puede resultar en cansancio incluso sin haber realizado ninguna actividad, dolores de cabeza, hipertensión, falta de apetito, gula desmesurada, problemas digestivos por un desequilibrio de químicos cerebrales como la serotonina, dopamina y endorfinas, así como orina frecuente, diarrea o estreñimiento, dolores o calambres musculares y fatiga. También puede causar infertilidad, interrupción de la menstruación y pérdida de memoria, debido a que los niveles elevados de cortisol dañan la conexión entre las células cerebrales, además de disminuir las defensas.

En la naturaleza, todos los animales saben cómo liberarse de la energía negativa y de los agentes que la producen. Cuántas veces vemos a un ave batir las alas sin necesidad de volar, a un felino frotando sus zarpas contra el tronco de un árbol, o un gato que de repente parece volverse loco, saltando de un lado a otro.

Actualmente, experimentamos situaciones similares. Cada vez que alteramos nuestro humor, ya sea por un enfado o una contrariedad, generamos estrés. Nuestras glándulas adrenales liberan adrenalina y se activan nuestros mecanismos de ataque y huida. Sin embargo, esto ocurre demasiadas veces a lo largo del día: el vecino que nos molesta, el tráfico de la ciudad, el ruido constante, el exceso de noticias negativas... toda esa energía no utilizada llega un momento en el que produce bloqueos en nuestro cuerpo energético, generando pensamientos de miedo, rabia e ira. Cada situación que no se resuelve según nuestras expectativas provoca una liberación casi continua de adrenalina y cortisol, con las consecuencias de su exceso ya conocidas.

Esto es la causa de muchos trastornos y enfermedades. Muchos expertos afirman que prácticamente todas las enfermedades pueden estar relacionadas con estas causas, aunque es cierto que hay algunas que se presentan sin conexión, como las hereditarias o aquellas derivadas del estilo de vida (sedentarismo, malos hábitos alimentarios).

Hay un elevado número de trastornos y enfermedades causados por emociones mal gestionadas: odio, rabia, ira, fobias (manías), estrés, etc., que se traducen en ansiedad (lo que puede llevarnos a comer en exceso y, por ende, a la obesidad), migrañas, cefaleas, alteraciones del estado de ánimo, depresiones en sus diferentes grados, reumas, alteraciones de la tensión, artritis, artrosis y problemas digestivos e intestinales.

Me siento fatigada enseguida

Reiki: Cansada y Fatigada

Me siento fatigada enseguida.

La energía la obtenemos de diferentes fuentes: alimentos, descanso (dormir, vacaciones) y la energía sutil que proviene de la naturaleza: el sol, el aire, el cosmos. Esto no es igual en todas las etapas de la vida. Podemos observarlo en esos niños que decimos que "parecen de goma", que apenas comen y no paran en todo el día; sí, puede que sean hiperactivos (TDAH). ¿De dónde sacan toda esa energía? Luego, en la adolescencia, como consecuencia del desarrollo que ocurre en esta etapa, aumenta el apetito. También tenemos más actividad: entramos, salimos, nos divertimos, estudiamos, practicamos deportes y socializamos con amigos.

A medida que nos hacemos mayores, cambiamos nuestra forma de alimentarnos. Restringimos el aporte de muchos nutrientes porque contienen elementos que nos están contraindicado: suben la tensión, el azúcar, el colesterol... Comienza una fase en la que a menudo gastamos la misma energía en hacer la digestión que la que nos aportan los alimentos que consumimos (nos sentimos cansados incluso sin haber hecho nada). Perdemos movilidad, elasticidad y fuerzas para mantenernos activos, y como somos adictivos, tendemos a comer más de lo que nos apetece que de lo que realmente necesita nuestro cuerpo. En cuanto al ejercicio físico, el Dr. Mercola sostiene que el hombre primitivo, como cazador-recolector, era un ser itinerante, que estaba en movimiento todo el día. Entramos así en un círculo vicioso: cuanto menos ejercicio hacemos, menos podemos hacer, y menos ganas tenemos de hacerlo.

Cuando vamos al médico, a veces nuestro cuerpo ya no responde a la medicación, lo cual puede ser frustrante. Cuántas veces oímos: "¡Pero si tengo un catarro todo el invierno y lo que tomo no me hace nada!". "Estoy tomando unas pastillas para... pero parece que no sirven de nada".

La buena noticia es que nuestro cuerpo tiene la capacidad de autosanarse. ¿Qué hace nuestro cuerpo cuando nos hacemos un corte con un objeto afilado o sufrimos un accidente? ¿Qué sucede cuando nos fracturamos un hueso? Nuestro cuerpo necesita las condiciones adecuadas para recuperarse. Si nos hacemos un corte, desinfectamos, cubrimos la herida e inmovilizamos la zona; poco más hay que hacer. Sin embargo, cuando enfermamos, a menudo depositamos toda nuestra confianza en la medicina. ¿Alguna vez nos preguntamos qué podemos hacer nosotros para mejorar nuestra situación, Doctor?

En España, la confianza en la medicación es notablemente superior a la de otros países, y la medicación debería ser el último recurso, especialmente si se trata de antibióticos. A menudo recurrimos rápidamente a analgésicos, antibióticos y otros medicamentos para combatir síntomas, sin ser conscientes de los perjuicios que pueden causar los efectos secundarios, la posible falta de eficacia de los antibióticos y el riesgo de que las enfermedades se vuelvan resistentes. Además, el uso habitual de medicamentos puede llevar a la pérdida de eficacia de los mismos. A pesar de las vacunas, el último invierno el sistema de salud se vio desbordado por la epidemia de gripe, y los picos de saturación son cada vez más frecuentes. Necesitamos educación nutricional y terapéutica para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Existen varias terapias basadas en la aplicación de energía sutil (Ki, Chi, Prana...), que funcionan bien, tienen pocas contraindicaciones y ayudan a nuestro cuerpo a equilibrarse y armonizarse. Entre estas terapias se encuentra el Reiki. En términos coloquiales, es como si se hubieran disparado uno o varios diferenciales de la electricidad en casa: la energía no fluye. Los medicamentos no son 100% eficaces, pero cuando recurrimos a remedios tradicionales y terapias naturales, pueden ser el complemento adecuado para lograr la plena eficacia de la sanidad.

Resumen Final

En esta entrada, hemos explorado la conexión entre las emociones y la salud, destacando cómo el estrés y las emociones mal gestionadas pueden afectar nuestro bienestar físico y mental. Aprendimos que, al igual que nuestros antepasados, nuestros cuerpos reaccionan ante el peligro liberando adrenalina y cortisol, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud si no se manejan adecuadamente.

Observamos cómo los animales en la naturaleza saben liberar la energía negativa, algo que a menudo olvidamos en nuestra vida cotidiana. Al enfrentar situaciones estresantes, es crucial encontrar maneras efectivas de liberar esa energía acumulada para evitar bloqueos en nuestro cuerpo energético.

Además, discutimos el papel del Reiki como una terapia complementaria que puede ayudar a equilibrar y armonizar nuestro cuerpo y mente. A medida que nos hacemos mayores, es esencial ser conscientes de nuestras elecciones alimentarias y de estilo de vida, y buscar alternativas que fortalezcan nuestro sistema inmunológico.

Finalmente, recordamos que, aunque la medicina tiene su lugar, nuestro cuerpo tiene la capacidad innata de autosanarse. La integración de prácticas como el Reiki y la educación sobre la nutrición y el bienestar pueden ser fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida.